Against the suicidal violence, fatwa [authorized islamic legal verdict] and comments that explain in detail the bases of the Islamic law in matter of war. By the knowledge of the traditional Islamic fiqh [principles and understanding of Islamic Law] , against the killing of civilians.
The fatwa and comments in Spanish are filed in the year 2008. In English in the 2010.

LA LEGALIDAD DE LA GUERRA CONFORME AL ISLAM
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Contra la violencia suicida, fatwa y comentarios que explican detalladamente los fundamentos del derecho islámico en materia de guerra. Por el conocimiento del fiqh islámico tradicional, contra la matanza de civiles. La fatwa y comentarios en español están archivados en el año 2008. En inglés en el 2010.

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miércoles, 16 de julio de 2008

RAZONAMIENTOS LEGALES



Tatimma


Es verdaderamente triste que, a pesar de nuestro sofisticado y elaborado conjunto de normas de intervención y a pesar de los estrictos códigos de la guerra y de las leyes de la caballerosidad que se espera que observen nuestros soldados, habiendo sido todos ellos elaborados minuciosamente y codificados por los juristas ortodoxos de la Umma de entre las generaciones de los Salaf, existan hoy en medio de nosotros los que no sienten vergüenza de apartarse de estos convenios sagrados a favor de los dictámenes defendidos por personas que ni siquiera están versadas en absoluto en la Ley Sagrada y mucho menos lo suficiente como para ser un qâdî o un faqîh - la herencia legítima y la fuente de quienes deberían recibir orientación práctica, en primer lugar. En su lugar, confían en científicos e ingenieros o en aquellos que no están entre sus ahl y, sin embargo, hablan en el nombre de nuestro Derecho. Con estos predicadores 'reformistas' y da'îs viene una desviación de las ideas tradicionales acerca de las normas de siyar / yihâd /qitâl, es decir, de la guerra. ¿No se dan cuenta de que al hacerlo y al seguirlos, hacen caso omiso de las limitaciones y restricciones apreciadas y protegidas por nuestros antepasados piadosos y que se le vuelve la espalda a la Jamâ'a y al Ijmâ', y que están participando en un acto para el que no hay precedente jurídico aceptado dentro de la ortodoxia en toda nuestra historia? ¿Han olvidado que parte de la maqsad original o guerra/yihâd era limitar la guerra en sí y que para los musulmanes la guerra no es la guerra total, de modo que las mujeres, los niños y las personas inocentes no deben ser asesinados y la propiedad no ha de ser innecesariamente destruida?
Exponiéndolo con claridad, sencillamente no existe precedente jurídico en la historia del Islam sunni respecto a la táctica de atacar abiertamente a los civiles y objetivos no militares. Sin embargo, la terrible realidad de hoy es que una minoría de musulmanes sunnitas, ya sea en Iraq o en Beslan o en otros lugares, han cometido tales actos en el nombre de yihâd y en nombre de la Umma. Tal vez la primera de estas acciones en romper este largo y admirable precedente fue el bombardeo por Hamás de un autobús en Jerusalén en 1994 - no hace tanto tiempo. (¡Reflexionen sobre esto!)
Inmediatamente después del incidente, la respuesta casi unánime de los juristas ortodoxos Shâfi'î del Extremo Oriente y los Hadramawt no sólo fue dejar claro que la más mínima postura de legalidad de nuestra Sagrada Ley no puede sostenerse para las personas que llevan a cabo tales actos, sino también para advertir a la Umma que yendo por ese camino estaríamos comprometiendo el óptimo camino del Ihsân y que, por tanto, estaríamos corriendo un riesgo real de perder nuestros elevados fundamentos morales y religiosos. Respecto a los que aún defienden esta táctica invocando a ciegas un nebuloso principio usûlî de que es justificable fuera de darûra, haciendo caso omiso de los impedimentos far'î, debemos mirar largo y duro hacia lo que están haciendo y hacer la pregunta: ¿Era esto absolutamente necesario, y aún así, por qué esto no fue hecho antes de 1994, y especialmente durante las primeras guerras, la mayoría de ellas durante los desastres de 1948 y 1967?
¿Cómo podrían tales tácticas ser toleradas por uno de nuestros Rectos y Guiados Califas y por un heroico combatiente, como 'Alî (¡que Allâh ennoblezca su rostro!), que en la Batalla de la Trinchera, cuando su famoso oponente no-musulmán, a segundos de distancia de la muerte y para evitarla, escupió en su noble rostro, éste de inmediato lo dejó en paz? Cuando se le preguntó más tarde sus razones para la retirada cuando Allâh claramente le había dado poder sobre él, respondió: “Yo estaba luchando por la causa de Dios, y cuando él escupió en mi cara me temí que si lo mataba hubiera sido por causa de venganza, a mi pesar”. Lejos de ser un acto de cobardía, esto caracteriza a la caballería musulmana: luchar, pero excluyendo la ira.
De hecho, el único precedente de esta táctica en la historia musulmana es el cobarde terrorismo llevado a cabo por los 'Asesinos' de los Nizari Isma'îlîs. Su más famosa víctima de una misión suicida fue el sabio ministro y el defensor de la Fe, aquel que sin su actuación podría haber vivido para hacer frente a la fitna de las Cruzadas: Nizâm al-Mulk, el Jamâl al-Shuhadâ' (¡que Allâh lo cubra con Su misericordia!), Asesinado en jueves, el día 10 del mes sagrado de Ramadán del 485/14, Octubre de 1092.
Irónicamente, en el caso de Palestina, el precedente fue establecido, no por los musulmanes si no por las primeras bandas terroristas sionistas, como el Irgun, que, por ejemplo, bombardeó infamemente el Hotel Rey David de Jerusalén, el 22 de julio de 1946. Así que pregúntese usted, como un recto creyente y temeroso de Dios, de quien cada uno de sus órganos ha de ser interrogado: ¿Está seguro de que desea seguir los pasos y los ejemplos de los sionistas y de los heterodoxos Isma'îlîs, en lugar de la ruta tomada por nuestro Amado (¡Que Allâh derrame sus bendiciones y la paz sea con él!), que durante casi la mitad de los (veinte y tres) años de su misión padeció la persecución en Mecca, la humillación y el insulto? ¿Es la ira su única fuerza? Si es así, recuerde la advertencia profética de que viene del Diablo. ¿Y es en cambio darûra su única excusa para seguirlos en sus condenadas madrigueras de lagarto? ¿Cree que alguno de nuestros famosos mujâhids de la historia, como 'Ali, Salâh al-Dîn, y Muhammad al-Fâtih (¡Que Allâh esté complacido con todos ellos!) alguna vez condonarán el artículo que usted citó y estos actos en la actualidad de hoy en Bagdad, Jerusalén, El Cairo, Bali, Casablanca, Beslan, Madrid, Londres y Nueva York, algunos de ellos cometidos en los días en que tradicionalmente está prohibido por nuestro Derecho la lucha: Dhû l-Qa'da y al-Hijja, Muharram y Rajab? Toda persona de fitra verá que esto no es más que una perversión de la sunna.
Esto es lo que ocurre con los Banû Adam cuando el wahm es abandonado por 'aql, cuando uno de los maqâsid justifica cualquier wasîla, cuando las realidades del furû' son anuladas indiscriminadamente por las generalidades de usûl, y más trágicamente, como se ilustra a partir de la metedura de pata eterna de Iblis, cuando el Divino tawakkul es sustituido por los nafs básicos.
Sí, somos una Umma tal que, cuando una parte del macro-cuerpo es atacado en alguna parte, en otra parte, inevitablemente, se siente el dolor. Sin embargo, al mismo tiempo, nuestra propia historia ha demostrado que también hemos sido una Umma sabia y sensible, en lugar de reactiva e impulsiva. Ese es el secreto de nuestro éxito, y es allí donde nuestras fuerzas se encuentran, como ha sido prometido por el Divina Escrito: en sabr y en tawakkul. Ya es sabido que cuando Jerusalén cayó ante las fuerzas Cruzadas el día 15 de julio de 1099 y fue ocupada por ellas, a pesar de sus ciudadanos hubieran sido violado, asesinado, torturados y saqueados y la Umma de aquel tiempo insultada y humillada -actos mucho peores de los que se pueda imaginar hoy en la ocupación - tomó más de 100 años de paciencia y de lucha legítima bajo el Ojo del Todopoderoso antes que Él permitiera a Salâh al-Din liberar a Jerusalén. Deberíamos haber sido enseñados desde la infancia por nuestros padres y madres sobre la necesidad de establecer prioridades y sobre la manera de conciliar los ámbitos de nuestras preocupaciones mundiales con los de nuestras responsabilidades locales -ya que definitivamente no vamos a escapar del interrogatorio en la tumba acerca de estas últimas- de modo que por esta visión podemos esperar que nuestra respuesta no será desproporcionado ni inapropiado. Este es el verdadero significado [haqîqa] del verdadero asesoramiento [nasîha] de nuestro amado Profeta (¡Que la paz y las bendiciones de Allâh sean con él!): Dejar lo que no se refiere a uno [tark ma lâ ya'nîh], donde nuestro tiempo y nuestra energía podrían ser mejor gastados en mejorar la suerte de los musulmanes de hoy o en beneficio de otros en este mundo.
Sí, naturalmente sentiremos el dolor cuando cualquiera de nuestros hermanos y hermanas mueren injustamente en cualquier lugar cuando sus muertes han sido causadas directamente por los no-musulmanes, pero debe ser más doloroso para nosotros cuando mueren en el Iraq, por ejemplo, cuando su muertes son causadas directamente por misiones de auto-destrucción/martirio/sucidio llevadas a cabo por uno de los nuestros. El tafakkur, el segundo dolor debería hacer que nos diéramos cuenta de que las misiones de este tipo, cuando los medios y los elementos jurídicos son todos erróneos - por la Escritura y la razón - no sólo son un flagelo para nuestros vecinos no musulmanes, si no una plaga y una gran fitna para esta bendita Umma, y el deseo de insâf de manera que fuera de maslaha y el interés general, debe ser detenido.
Con este fin, se podría resumir sucintamente en una cuestión de derecho con la siguiente máxima:
lA yaj'alu Z-ZulmAni th-thAniya Haqqan
[Dos errores no hacen del segundo un acierto]
Si el primer dolor se convierte en uno de los factores atenuantes y termina siendo utilizado como justificación por nuestros jóvenes mal aconsejados para tomar represalias de manera que nuestra Ley Sagrada queda definitivamente y sin lugar a dudas proscrita (lo que hace que su artículo original resulte de lo más terrible, ya que sus autores han superado la edad especial de los 40), este último dolor debería -por su grave importancia- generar una respuesta mayor y más significativa. Con esta intención, es posible esperar que vayamos a recuperar nuestro antiguo elevado nivel de principios y redescubrir nuestra reputación y el honor y las cualidades caballerescas y dejar de ser tan poco valientes.
Termíno con el primer versículo revelado en el Corán que otorga la opción militar únicamente a aquellos en una posición de autoridad:
wa-qAtilU fI sabIli LlAhi l-ladhIna yuqAtilUnakum
wa-lA ta'tadU inna LlAha lA yuHibbu l-mu'tadIna
(Y luchen por la causa de Dios contra los que luchan contra ustedes: pero no cometan excesos, porque Dios no ama a los que se exceden (es decir, la Ley))
(Al-Baqara, 2:190).
Incluso entonces, la paz es preferible a la guerra:

wa-in janaHU li-s-salmi fa-jnaH la-hA wa-tawakkal 'ala LlAhi
(Pero si se inclinan por la paz inclinate tú también y confíate a Allâh. El es Quien oye y Quien sabe)
(Al-Anfal, 8:61)
Incluso si usted piensa que la autoridad en cuestión ha decidido equivocadamente y está en desacuerdo con su decisión de no ir a la guerra con el estado no musulmán sobre el que usted desea que se declare la guerra, entonces tenga en cuenta las siguientes ordenes Divinas:


yA ayyhuhA l-ladhIna AmanU aTI'u l-LAha wa-aTI'u r-rasUla wa-uli l-amri minkum
(¡O creyentes, obedecer a Allâh, y obedecer al Mensajero, y los que tienen autoridad entre vosotros!)
(Al-Nisa ', 4:58)
Si a pesar de ello usted insiste en que su autoridad debe declarar la guerra al estado no musulmán sobre el que usted desea que se declare la guerra, entonces lo más que puede usted hacer estriba en su capacidad de ejercer presión a sus autoridades para ello. Sin embargo, si su enojo es tan sin límites que su fuego pone de manifiesto lo peor de usted hasta el punto de que su desacuerdo con su autoridad musulmana le lleva a declarar la guerra a quienes usted hubiera deseado que su autoridad hubiera declarado la guerra, y termina a la postre recurriendo a la violencia, entonces sepa con certeza que usted ha violado nuestras propias Leyes religiosas. Para entonces usted habrá tomado la Sharî'a en sus propias manos. Si, efectivamente, llegára al punto de cometer un acto violento, entonces sepa que por nuestra propia Ley usted hubiera sido clasificado automáticamente como un rebelde [ahl al-baghy] a los cuales la autoridad tiene el derecho de castigar: aun cuando la autoridad se perciba o sea, en efecto, corrupta [fâsiq]. (La definición de los rebeldes es: “los musulmanes que han disentido [no por el corazón o por la lengua, sino con la mano] con la autoridad, incluso si ésta es injusta [jâ'ir], y ellos son correctos ['adilûn]” [al-Nawawî, Majmû', 20:337].)
Por eso, mis hermanos, cuando la opción militar no está legalizada a las personas afectadas, no deben perder la esperanza en Allâh, y vamos a recordar las palabras de nuestro Amado Mohammad (¡que las bendiciones de Allâh sean con él !):
AfDalu l-jihAdi kalimatu Haqqin 'inda sulTAnin jA'irin
[El mejor Jihad es una veraz (es decir, valiente) palabra en la cara de un gobernante tiránico.] (De un Hadîth de Abû Sa'îd al-Khudrî -¡radiy-Allahu-anhu, que Allâh esté satisfecho con él!- etre otros, que se relaciona por Ibn al-Ja'd, Ahmad, Ibn Humayd, Ibn Mâjâh, Abû Dawûd, al-Tirmidhî, al-Nasâ'î, Abû Ya'lâ, Abû Bakr al-Rûyânî, al-Tabarânî, Al-Hâkim y al-Bayhaqî, con variantes.)
Porque es posible aún, y especialmente hoy en día, luchar contra la injusticia o zulm y taghût en este dunyâ a través de tu lengua y tus palabras y por medio de la pluma y de los tribunales, que todavía son procedentes en el lenguaje profético del yihâd, aunque no sea a través de la guerra. Al igual que en el recordatorio [tadhkira] del gran estudioso, Imâm al-Zarkashî: la guerra es sólo un medio para un fin y siempre y cuando exista alguna otra via abierto para nosotros, esa otra vía debería ser el camino elegido por los musulmanes.
Ma shâ-Allâh, de hecho cuan verdaderas son las palabras del Amado, de modo que el último o la última mujâhid o activista no será menos valiente o carente de valor en su campaña en pro de una causa justa en un país opresor o en uno necesitado de reformas, que el primer mujâhid o patriota que haya luchado valientemente por su país en una guerra justa.

Fa-t-taqillaha wa-raji 'mufatashata nafsika wa-wa-islaha fasadiha es hasbuna wa-l ni'ma-wakil la hawla wa-wa-la quwwata illa billahi l-l'aliyyi-'azim! Salawatuhu-wa 'ala Muhammadin wa sayyidina-alihi wasallim waradiyAllâhu tabaraka-wa ta'ala' un sadatina ashabi rasulillahi ajma'in-'anna ma'ahum wa wa-wa fihim-yaj'aluna min hizbihim bi-rahmatikaya arhama r-rahimin ! Âmin!
[¡Temed a Dios, y volved al auto-control y a sanar vuestra maldad! En efecto, Él es suficiente para nosotros: ¡Que excelente guardián. No hay ayuda ni poder, sino por Dios, el Alto y Poderoso! ¡Que Su bendición y Su paz sean con nuestro maestro, Muhammad, y su familia! ¡Que esté complacido con nuestros dirigentes, los Compañeros del Mensajero de Dios, todos y cada uno! ¡Y que podamos estar juntos con ellos y en su compañía, y que Él nos haga parte de sus tropas! Por Tu Misericordia, el Más Misericordioso de los que muestran misericordia, ¡Amén!]

Que todo esto redunde en beneficios.
Con sinceros deseos de salâm & tayyiba

De Oxford a Brunei,
Muhammad Afifi al-Akiti
16 de Jumâdâ 'II 1426
23 de Julio de 2005

Biografía seleccionada:
Estimado lector musulmán, as-Salâmu `alaykum wa-rahmatuLlâh:
Lee esta luminosa Fatwa por Shaykh Muhammad al-Afifi Akiti detenidamente y apréndetela. Distribúyela, divúlgala y enséñala. Tal vez se nos cuente entre los que hacen algo para corregir un error, no sólo con nuestro corazón como lo hacemos siempre, pero también con nuestras lenguas, al estilo de los maestros inspirados y de los predicadores de la verdad.

He tratado de dar con la esencia de esta fatwa en unas pocas líneas de verso libre, y sobre todo expresar mi agradecimiento a nuestro Maestro, pero también he querido provechar la oportunidad de una respuesta tan largamente esperada para recordarme a mí mismo las razones por las que he abrazado el Islam, principalmente.
- Ba'alawî, Abd al-Rahmân. Bughyat al-Mustarshidîn fi Talkhis Fatawa ba'd al-Muta'akhkhirîn. Bulaq, 1309 H.
- Al-Bakri. Hâshiyat I'ânat al-Tâlibîn. 4 vols. Bulaq, 1300 H.
- Al-Ghazâlî. Ihyâ' 'Ulum al-Dîn. Edited by Badawî Ahmad Tabânah. 4 vols.
Cairo: Dâr Ihyâ' al-Kutub al-'Arabiyya, 1957.
- Ibn 'Arabî, Qâdî. Ahkâm al-Qur'ân. Edited by 'Alî Muhammad al-Bajawî. 4 vols. Cairo: Dâr Ihyâ' al-Kutub al-'Arabiyya, 1957-8.
- Ibn Barakât. Fayd al-Ilâh al-Mâlik fi Hall Alfâz 'Umdat al-Sâlik wa-'Uddat al-Nâsik. Editado por Mustafâ Muhammad 'Imâra. 2 vols. Singapore: al-Haramayn, 1371 H.
- Ibn Hajar al-Haytamî. Tuhfa al-Muhtâj bi-Sharh al-Minhâj al-Nawawî in Hawâshî al-Shirwanî wa-Ibn Qâsim 'alâ Tuhfa al-Muhtâj. Editado por Muhammad 'Abd al-'Aziz al-Khâlidî. 13 vols. Beirut: Dâr al-Kutub al-'Ilmiyya, 1996.
- Al-Jassâs, Ahkâm al-Qur'ân. 3 vols. Istanbul: Dâr al-Khilâfa al-'Âliya, 1335-1338.
- Al-Kurdi. Fatâwa al-Kurdi al-Madanî. En Qurrat al-'Ayn bi-Fatâwâ 'Ulamâ' al-Haramayn. Editado por Muhammad 'Alî b. Hussayn al-Mâlikî. Bogor: Maktaba 'Arafât, n.d.
- Al-Nawawî. al-Majmu' Sharh al-Muhadhdhab. Editado por Mahmûd Matrajî. 22 vols. Beirut: Dâr al-Fikr, 1996.
- Al-Nawawî al-Jâwî. Marâh Labîd Tafsîr al-Nawawî: al-Tafsîr al-Munîr li-Ma'âlim al-Tanzîl al-Mufassir 'an Wujûh Mahâsin al-Ta'wîl al-Musammâ Marâh Labîd li-Kashf Ma'nâ Qur'an Majîd. 2 vols. Bulaq, 1305 H.

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